El Programa de Viviendas Sociales de Santiago del Estero da prioridad a las familias en estado de vulnerabilidad, y tiene como finalidad suplantar (en el mismo lugar donde vive la familia) al rancho o vivienda precaria, al que se lo voltea una vez construido el prototipo. El mismo, no solo es para construir viviendas, sino también para eliminar los ranchos y sus consecuencias sociales y sanitarias. Pero lo más importante, es que todos pueden ayudar a acceder a una vivienda, porque más allá del trabajo que viene realizando el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, las Comunas y las ONG, es fundamental que las familias y comunidades se comprometan a construirlas.
Institución
El objetivo del programa de construcción de viviendas sociales, es brindar una solución habitacional para los grupos familiares más vulnerables, que se concibió a partir de un relevamiento realizado por el Programa de Lucha contra el Chagas en el territorio santiagueño. Se trata de un estudio que detectó la existencia de 50 mil viviendas tipo rancho y precarias en zonas rurales y de 20.000 en zonas urbanas. Se instrumenta con el aporte de las organizaciones no gubernamentales, teniendo en cuenta que el esfuerzo articulado es la mejor manera de llevar vida digna a las familias, comenzando por los más necesitados y combatiendo un flagelo ancestral como es el Mal de Chagas.
Es importante señalar, que este plan social es posible merced al equilibrio financiero y al desendeudamiento de la provincia logrado por el gobernador Dr. Gerardo Zamora, lo cual es fundamental para el desarrollo de planes de viviendas concretadas para devolver la dignidad a los santiagueños.
Ganas de colaborar, solidaridad y auto ayudarse es la consigna con la cual este programa avanza y se va multiplicando en toda la geografía provincial, donde todos los días se inauguran y se inician nuevas construcciones de casas más dignas en los distintos parajes rurales.
Esta política publica del Gobierno Provincial, no solo dignifica con techo propio a las familias sin recursos, desterrando el flagelo del chagas y generando arraigo con inclusión, sino que además implica dejar de esperar o simplemente pedir, para comprometerse cada uno con su propia familia y su comunidad.