El objetivo de esta iniciativa es que todos y todas tengan acceso a una alimentación sana y de calidad.
El Plan Argentina contra el hambre, que encabeza el Ministerio de Desarrollo Social, es una convocatoria del gobierno nacional para unir a toda la sociedad para ese acuerdo básico: todos deben tener acceso a una alimentación sana y de calidad. Durante los siete primeros meses de implementación, se ejecutaron 69.747 millones de pesos para asistir a los sectores más desprotegidos.
De ese total, 2.277 millones fueron compras centralizadas, 4.092 millones fueron Fondos para provincias y municipios, 52.413 millones corresponden a Tarjeta Alimentar, 3.345 millones fueron para Comedores y Merenderos, 7.301 millones para Comedores Escolares (19.432 escuelas) y 319 millones fueron para otros destinos.
El primer instrumento del Plan Argentina contra el Hambre es la Tarjeta Alimentar, que se puso en marcha en la primera semana de gobierno y está destinada a madres y padres con hijos menores de 6 años que reciban la Asignación Universal por Hijo; embarazadas que perciben la Asignación por Embarazo; y personas con discapacidad que reciben AUH.
La Tarjeta Alimentar permitió llegar a 1,5 millones de titulares y alcanzó a 2,8 millones de niños y niñas. De ese modo, se invierten 7.000 millones de pesos mensualmente con una inversión acumulada de a julio pasado de 52.400 millones de pesos.
Además, se dio continuidad al financiamiento otorgado para el funcionamiento del Programa Pro-Huerta, transfiriéndose durante los dos primeros trimestres de 2020 se ejecutaron 270 millones de pesos.
También se dio cumplimiento a la legislación vigente (Ley 26.588 y su modificatoria Ley 27.196) y se comenzó a trabajar con las provincias con el objeto de transferir fondos para financiar proyectos que mejoren el acceso a los alimentos a titulares de derecho con diagnóstico de enfermedad celíaca en situación de vulnerabilidad social. Se invirtieron 49 millones de pesos.